La compañía de asesoría profesional EY define a los individuos de la generación Z, también conocidos como centennials, como “persistentes, realistas, innovadores, independientes y conscientes de sí mismos”. En contraste, los de la generación del milenio son asociados con adjetivos como “convencidos de sus capacidades, idealistas, creativos, dependientes y egocéntricos”.
“Somos la primera generación verdaderamente digital. Crecimos con internet. Cuando los millennials nacieron (aquel colectivo comprende edades entre 20 y 37 años), la tecnología daba sus primeros pasos, en particular la web. Se enfrentaron al reto de adaptarse a medida que crecían”, le explicó Blakley a EL TIEMPO.
Desde niños, los jóvenes del colectivo Z han entrado en contacto con enormes flujos de datos. Se trata de un insumo que les brinda certeza sobre sus decisiones, por lo que son más realistas.
“Nuestra fuerza emprendedora es y será mayor porque no asumimos caminos empresariales a la ligera. Contamos con numerosas fuentes de información y análisis de la misma, que nos orientan por los derroteros correctos”, indica Blakley.
Según Ángela Jaimes, socia líder del sector de retail y productos de consumo de EY, los futuros consumidores son emprendedores por naturaleza: “Buscan estar a la vanguardia en cuanto a sus productos, los medios por los que los adquieren y las experiencias de compra que estos les brindan. Por eso cada vez más la generación Z prefiere las tiendas en línea y los servicios ofrecidos por aplicaciones. Ellos no solo esperan los avances en los productos, también quieren hacer parte de su diseño y que se construyan con base en sus necesidades”.
“El verdadero reto de las empresas y las marcas es identificar qué es lo más importante para estos consumidores y así guiarlos al producto que desean”, acota la experta.
“Somos la primera generación verdaderamente digital. Crecimos con internet. Cuando los millennials nacieron (aquel colectivo comprende edades entre 20 y 37 años), la tecnología daba sus primeros pasos, en particular la web. Se enfrentaron al reto de adaptarse a medida que crecían”, le explicó Blakley a EL TIEMPO.
Desde niños, los jóvenes del colectivo Z han entrado en contacto con enormes flujos de datos. Se trata de un insumo que les brinda certeza sobre sus decisiones, por lo que son más realistas.
“Nuestra fuerza emprendedora es y será mayor porque no asumimos caminos empresariales a la ligera. Contamos con numerosas fuentes de información y análisis de la misma, que nos orientan por los derroteros correctos”, indica Blakley.
Según Ángela Jaimes, socia líder del sector de retail y productos de consumo de EY, los futuros consumidores son emprendedores por naturaleza: “Buscan estar a la vanguardia en cuanto a sus productos, los medios por los que los adquieren y las experiencias de compra que estos les brindan. Por eso cada vez más la generación Z prefiere las tiendas en línea y los servicios ofrecidos por aplicaciones. Ellos no solo esperan los avances en los productos, también quieren hacer parte de su diseño y que se construyan con base en sus necesidades”.
“El verdadero reto de las empresas y las marcas es identificar qué es lo más importante para estos consumidores y así guiarlos al producto que desean”, acota la experta.
Adictos a los móviles
La firma de análisis de mercados Kantar Ibope Media, por medio de su plataforma de investigación Target Group Index (TGI), analizó los hábitos de consumo del grupo de jóvenes con edades entre 12 y 20 años en Colombia y encontró datos que demuestran que nos encontramos ante individuos con una marcada inclinación por las nuevas plataformas de comunicación; sin embargo, todavía creen en los medios tradicionales para informarse.
Un individuo colombiano de la generación Z despierta escuchando radio (de 6 de la mañana a 9 es su medio predilecto). El 42 por ciento de ellos se conectan a internet de 9 a 12 y el 34 por ciento, de 12 a 3 de la tarde. El pico de acceso a la web se registra de 3 a 6 de la tarde. Desde las 8 de la noche, el 74 por ciento de ellos se inclinan por la televisión.
El 88 por ciento posee algún tipo de celular, y el 75 por ciento dispone de un teléfono inteligente.
Este uso intensivo de móviles supone un reto para los creadores de contenido. “El periodo de atención de un centennial es de entre seis y siete segundos. Es aún menor que el de los millennials. En ellos, ese lapso es de entre 10 y 15 segundos. Por eso, los microcontenidos son esenciales para atraernos. Además, preferimos experiencias donde la publicidad sea orgánica, como en Snapchat”, concluye Blakley
Un individuo colombiano de la generación Z despierta escuchando radio (de 6 de la mañana a 9 es su medio predilecto). El 42 por ciento de ellos se conectan a internet de 9 a 12 y el 34 por ciento, de 12 a 3 de la tarde. El pico de acceso a la web se registra de 3 a 6 de la tarde. Desde las 8 de la noche, el 74 por ciento de ellos se inclinan por la televisión.
El 88 por ciento posee algún tipo de celular, y el 75 por ciento dispone de un teléfono inteligente.
Este uso intensivo de móviles supone un reto para los creadores de contenido. “El periodo de atención de un centennial es de entre seis y siete segundos. Es aún menor que el de los millennials. En ellos, ese lapso es de entre 10 y 15 segundos. Por eso, los microcontenidos son esenciales para atraernos. Además, preferimos experiencias donde la publicidad sea orgánica, como en Snapchat”, concluye Blakley
La salud es prioridad
Según Kantar Ibope, el 48 por ciento de los jóvenes colombianos de la generación Z piensan que la comida rápida es poco alimenticia y el 55 por ciento practica algún tipo de deporte o rutina de ejercicio durante la semana. Asimismo, el 69 % pagaría lo que fuera por su salud.
De otro lado, al 44 por ciento le gusta cambiar de marca frecuentemente por variar y conocer, y el 46 por ciento busca los precios más bajos cuando va de compras. De hecho, ese mismo porcentaje prefiere todo producto o servicio que incluya algún tipo de descuento. Un dato que no debe pasar por alto: al 49 por ciento le gusta comprar nuevos aparatos, y el 38 por ciento pagaría por un aparato que realmente quisiera. Para el 47 por ciento, la mensajería instantánea es tan agradable como hablar en persona o por teléfono.
De otro lado, al 44 por ciento le gusta cambiar de marca frecuentemente por variar y conocer, y el 46 por ciento busca los precios más bajos cuando va de compras. De hecho, ese mismo porcentaje prefiere todo producto o servicio que incluya algún tipo de descuento. Un dato que no debe pasar por alto: al 49 por ciento le gusta comprar nuevos aparatos, y el 38 por ciento pagaría por un aparato que realmente quisiera. Para el 47 por ciento, la mensajería instantánea es tan agradable como hablar en persona o por teléfono.
No les importan tanto las tendencias
“Las empresas de mercadeo y publicidad tienen los ojos puestos en la generación Z. Representan el 26 por ciento de la población y van a representar la mayor fuerza de consumo del mundo en los próximos años”, explicó Sebastián Henao, experto y cofundador de Gyffu, un motor de búsqueda colombiano enfocado en jóvenes.
Según un estudio de The Futures Company “por el hecho de haber crecido en un escenario complejo, de crisis económica y pocas oportunidades laborales, son personas luchadoras y muy seguras de sí mismas. Son menos egocéntricos, más reacios al riesgo y están muy preocupados por su futuro”.
Los expertos de la firma Unisono consideran que para venderles productos es necesario “invitarles a participar y no imponerles tendencias pues, seguramente, no vuelva a funcionar más. Es más importante centrarse en la personalización de su experiencia, hablando su mismo idioma (...) Es un público objetivo más consciente y menos impulsivo y, sobre todo, más interesado en su tranquilidad que en la apariencia”, afirman.
Según un estudio de The Futures Company “por el hecho de haber crecido en un escenario complejo, de crisis económica y pocas oportunidades laborales, son personas luchadoras y muy seguras de sí mismas. Son menos egocéntricos, más reacios al riesgo y están muy preocupados por su futuro”.
Los expertos de la firma Unisono consideran que para venderles productos es necesario “invitarles a participar y no imponerles tendencias pues, seguramente, no vuelva a funcionar más. Es más importante centrarse en la personalización de su experiencia, hablando su mismo idioma (...) Es un público objetivo más consciente y menos impulsivo y, sobre todo, más interesado en su tranquilidad que en la apariencia”, afirman.
El Tiempo, 20 de Septiembre 2016